lunes, 10 de marzo de 2014

¿Es cierto o no lo que se está contando?


En los últimos años se ha podido ver como se entremezclan la realidad y la ficción en el mundo audiovisual, sobre todo con la aparición del entorno virtual. Estas nuevas formas de crear y jugar con la información y las imágenes dan lugar a que el espectador se plantee ¿es cierto o no lo que se esta contando?

El falso documental se puede considerar un híbrido que nace del documental y la ficción. Alberto Nahum lo define como “una práctica reflexiva que inventa una realidad y se apropia del estilo y la retórica que caracterizan a las diferentes modalidades de documental.”. Así mismo, este término es también conocido como: simulación documental, fake o fakery o pseoudodocumental.

Comenzó a proliferar a mediados de los años 70 y es desde esta época cuando se empieza a hablar de falsificación audiovisual o traición de las imágenes. Por un lado es considerado puro arte y por otro, se cuestionan los límites de la representación, la credibilidad de la imagen y su carácter potencialmente mentiroso y manipulable. Aunque estos híbridos tuvieron su mayor auge en los años 70, los verdaderos padres de estos fueron Peter Watkins con “The War Game” producida por la BBC en 1965 y dos años más tarde, David Holzman’s Diary, siendo el de este el primer falso documental que llegó a captar el interés de los espectadores.

 A lo largo de la historia, esta modalidad ha captado la atención no solo de directores de cine de clase B, sino también de aquellos reconocidos en el mundo cinematográfico como: Orson Welles, Woody Allen y Peter Greenaway.

Nichols afirma que la creación de los pseudodocumentales se centra principalmente en el cómo se representa que en el qué. Es decir ven más importante aspectos como: la capacidad de persuadir, un acceso realista al mundo o la posibilidad de la argumentación irrefutable. En cambio, otros expertos focalizan en la intención que tiene el director, en la construcción del texto y en el papel que juega el público. Además los fakes se valen de diferentes herramientas utilizadas en los documentales para simular la realidad como por ejemplo: creación de un guion, utilización de actores profesionales, voz en off, entrevistas, imitación de métodos estilísticos, estrategias narrativas y reflexivas y legitimación del origen. (García Martínez. A.).

En nuestra investigación sobre lo que era un falso documental y lo que le proporcionaba al espectador hemos encontrado algunos de los fakes más importantes de la historia llegando así al más reciente emitido en nuestro país, Operación Palace por Jordi Évole.

Empezar por la mítica retransmisión La Guerra de los Mundos en 1938. Orson Welles fue capaz de hacer creer a un gran número de espectadores que los extraterrestres estaban invadiendo los Estados Unidos a través de lo que ahora es considerado radioteatro. Tiempo más tarde, en 1973, Orson Welles con F for Fake volvió a apostar por un falso documental provocando de nuevo a los espectadores la cuestión ¿realidad o ficción?. 



Continuamos con La verdad sobre el Polo Norte de Frederick Cook (1912). La historia de este médico viajando al Polo Norte se puede considerar el primer falso documental y el más famoso. 


En 1979 Anglia TV emitió Alternativa 3 un documental que ganó la credibilidad de los espectadores por incluir la colaboración del astronauta Buzz Aldrin


En los 80 situamos a Ruggero Deodato con Holocausto Caníbal. La brutalidad de algunas de las imágenes de este falso documental dieron lugar a que muchos países negasen la emisión de este. 


Deodato revolucionó a la audiencia con la desaparición de unos jóvenes reporteros que fueron a filmar tribus caníbales. En 2002 encontramos Operación Luna. Este documental es la verdadera inspiración de Operación Palace. Tuvo tanto éxito que incluso hoy en día mucha gente desconoce su falsedad y sigue considerando el viaje a la luna falso.


Legando a la actualidad, con la misma trayectoria que los anteriores, situamos El incidente del lago Ness de Zak Penn (2004). Un pseudodocumental, caracterizado sobre todo por su estilo, que narra un fallido documental sobre el lago Ness.


Por último, hablamos del admirado y criticado Operación Palace. En pleno siglo XXI, Évole ha burlado la capacidad de muchos para descartar lo que es verdadero de lo que es falso con lo que se ha considerado un experimento audiovisual. Salvados llegó a 5,2 millones de espectadores en la emisión de este documental y el número sigue creciendo a medida que se ha ido difundiendo. En él, cuentan con la participación de diferentes políticos y periodistas, algo que lo acerca aún más al realismo. Operación Palace reúne los tres factores de falsificación que Roscoe y Higth recogen: la parodia, la crítica y la deconstrucción. La primera tiene como objetivo satirizar algún aspecto de la cultura popular. La segunda busca la confusión sobre su estatus factual y critica las prácticas mediáticas y la última las falsificaciones encuadradas en el grado de deconstrucción.

Entre los motivos y explicaciones, el presentador expone: “seguramente otras veces les han mentido y no se lo han dicho”. Una crítica que hace referencia a las informaciones que recibimos de los medios de comunicación. Esto recuerda al falso documental creado por Manuel Delgado y Ángel Martín en 1991 en TVE Cataluña. Un fake en el que se recreaba un golpe de Estado en la URSS inspirado por la manipulación televisiva y su capacidad para “crear” verdad. La repercusión fue inmediata y varios medios de comunicación se hicieron eco de esta falsa noticia.

Si bien es cierto que los falsos documentales pueden variar el tipo y el estilo, pero actualmente, con esto que venimos comentando podemos llegar a la conclusión de que los fakes se han convertido en un modelo de crítica social que juega con el mundo de la realidad y la ficción. Esta claro que la imagen nunca sustituirá a la realidad, como mucho conseguirá ser un reflejo. Por tanto, finalizar planteándoos una pregunta que lanzan diferentes medios de comunicación:

¿Creéis que el programa de ficción de Jordi Évole sobre el 23-F ha conseguido su objetivo, es decir, que “reflexionemos sobre cómo filtrar la cantidad de información que recibimos”?



Bibliografía:


- El Confidencial. Los falsos documentales más famosos de la historia. En línea. Recuperado en: http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2014-02-24/los-falsos-documentales-mas-famosos-de-la-historia_93242/  [2014, 9 de marzo]


-LaSexta. Jordi Évole: “Seguramente otras veces les han mentido y nadie se lo ha dicho”. En línea. Recuperado en: http://www.lasexta.com/especiales/operacion-palace-23f/jordi-evole-seguramente-otras-veces-les-han-mentido-nadie-dicho_2014022300115.html [2014, 9 de marzo]

-EL PAÍS. Évole bate récords con su patraña del 23-F y logra 5,2 millones de espectadores. [En línea] Recuperado en: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/02/23/television/1393185565_455834.html#sumario_3 [2014, 9 de marzo]

- Jordi Évole explica los motivos de la “Operación Palace” [En línea] Recuperado en: http://www.youtube.com/watch?v=krUuTBe0-og [2014, 9 de marzo]

-Operación Palace: “No recuerdo haber visto algo con este nivel” [En línea] Recuperado en: http://www.youtube.com/watch?v=GmhxTMUUZUM [2014, 9 de marzo]