En
los últimos años se ha podido ver como se entremezclan la realidad y la ficción
en el mundo audiovisual, sobre todo con la aparición del entorno virtual. Estas
nuevas formas de crear y jugar con la información y las imágenes dan lugar a
que el espectador se plantee ¿es cierto o no lo que se esta contando?
El
falso documental se puede considerar un híbrido que nace del documental y la
ficción. Alberto Nahum lo define como “una
práctica reflexiva que inventa una realidad y se apropia del estilo y la
retórica que caracterizan a las diferentes modalidades de documental.”. Así
mismo, este término es también conocido como: simulación documental, fake o
fakery o pseoudodocumental.

A lo largo de la historia, esta modalidad ha
captado la atención no solo de directores de cine de clase B, sino también de
aquellos reconocidos en el mundo cinematográfico como: Orson Welles, Woody
Allen y Peter Greenaway.
Nichols
afirma que la creación de los pseudodocumentales se centra principalmente en el
cómo se representa que en el qué. Es decir ven más importante aspectos como: la
capacidad de persuadir, un acceso realista al mundo o la posibilidad de la
argumentación irrefutable. En cambio, otros expertos focalizan en la intención que tiene el director, en la
construcción del texto y en el papel que juega el público. Además los fakes se valen de diferentes
herramientas utilizadas en los documentales para simular la realidad como por
ejemplo: creación de un guion, utilización de actores profesionales, voz en
off, entrevistas, imitación de métodos estilísticos, estrategias narrativas y
reflexivas y legitimación del origen. (García Martínez. A.).
En
nuestra investigación sobre lo que era un falso documental y lo que le
proporcionaba al espectador hemos encontrado algunos de los fakes más
importantes de la historia llegando así al más reciente emitido en nuestro país,
Operación Palace por Jordi Évole.
Empezar por la
mítica retransmisión La Guerra de los
Mundos en 1938. Orson Welles fue capaz de hacer creer a un gran número de
espectadores que los extraterrestres estaban invadiendo los Estados Unidos a
través de lo que ahora es considerado radioteatro. Tiempo más tarde, en 1973,
Orson Welles con F for Fake volvió a
apostar por un falso documental provocando de nuevo a los espectadores la
cuestión ¿realidad o ficción?.
Continuamos con La verdad sobre el Polo Norte de Frederick Cook (1912). La historia
de este médico viajando al Polo Norte se puede considerar el primer falso
documental y el más famoso.
En 1979 Anglia
TV emitió Alternativa 3 un
documental que ganó la credibilidad de los espectadores por incluir la
colaboración del astronauta Buzz Aldrin.
En
los 80 situamos a Ruggero Deodato con Holocausto
Caníbal. La brutalidad de algunas de las imágenes de este falso documental
dieron lugar a que muchos países negasen la emisión de este.
Deodato
revolucionó a la audiencia con la desaparición de unos jóvenes reporteros que
fueron a filmar tribus caníbales. En 2002 encontramos Operación Luna. Este
documental es la verdadera inspiración de Operación
Palace. Tuvo tanto éxito
que incluso hoy en día mucha gente desconoce su
falsedad y sigue considerando el viaje a la luna falso.
Legando a la actualidad, con la
misma trayectoria que los anteriores, situamos El incidente del lago Ness de Zak Penn (2004). Un pseudodocumental,
caracterizado sobre todo por su estilo, que narra un fallido documental sobre
el lago Ness.
Por
último, hablamos del admirado y criticado Operación
Palace. En pleno siglo XXI, Évole ha burlado la capacidad de muchos para
descartar lo que es verdadero de lo que es falso con lo que se ha considerado
un experimento audiovisual. Salvados llegó a 5,2 millones de espectadores en la
emisión de este documental y el número sigue creciendo a medida que se ha ido
difundiendo. En él, cuentan con la participación de diferentes políticos y
periodistas, algo que lo acerca aún más al realismo. Operación
Palace reúne los tres
factores de falsificación que Roscoe y Higth recogen: la parodia, la crítica y
la deconstrucción. La primera tiene como
objetivo satirizar algún aspecto de la cultura popular. La segunda busca la
confusión sobre su estatus factual y critica las prácticas mediáticas y la
última las falsificaciones encuadradas en el grado de deconstrucción.
Entre
los motivos y explicaciones, el presentador expone: “seguramente otras veces les han mentido y no se lo han dicho”. Una
crítica que hace referencia a las informaciones que recibimos de los medios de
comunicación. Esto recuerda al falso documental creado por Manuel Delgado y Ángel Martín en 1991
en TVE Cataluña. Un fake en el que se recreaba un golpe de Estado en la URSS
inspirado por la manipulación televisiva
y su capacidad para “crear” verdad. La repercusión fue inmediata y varios
medios de comunicación se hicieron eco de esta falsa noticia.

¿Creéis que el programa de ficción de Jordi Évole
sobre el 23-F ha conseguido su objetivo, es decir, que “reflexionemos sobre
cómo filtrar la cantidad de información que recibimos”?
Bibliografía:
- El Confidencial. Los
falsos documentales más famosos de la historia. En línea. Recuperado en: http://www.elconfidencial.com/comunicacion/2014-02-24/los-falsos-documentales-mas-famosos-de-la-historia_93242/ [2014, 9 de marzo]
-LaSexta. Jordi Évole: “Seguramente
otras veces les han mentido y nadie se lo ha dicho”. En línea. Recuperado
en: http://www.lasexta.com/especiales/operacion-palace-23f/jordi-evole-seguramente-otras-veces-les-han-mentido-nadie-dicho_2014022300115.html
[2014, 9 de marzo]
-EL PAÍS. Évole bate
récords con su patraña del 23-F y logra 5,2 millones de espectadores. [En
línea] Recuperado en: http://cultura.elpais.com/cultura/2014/02/23/television/1393185565_455834.html#sumario_3
[2014, 9 de marzo]
- Jordi Évole explica los motivos de la “Operación
Palace” [En línea] Recuperado en: http://www.youtube.com/watch?v=krUuTBe0-og
[2014, 9 de marzo]
-Operación Palace: “No recuerdo haber visto
algo con este nivel” [En línea] Recuperado en: http://www.youtube.com/watch?v=GmhxTMUUZUM
[2014, 9 de marzo]